Lic. Julio C. Alcubilla B.- Editor
twitter: @editorglobal
Al reciente Concurso Mundial de Sommeleirs 2010, realizado en Chile, el cual reseñaremos para nuestros estimados lectores en una próxima entrega, fuimos invitados en representación de Venezuela, acompañando a nuestra Somelier Dayana Medina, y a Leo D`Addazio, Presidente de la Academia de Somelier de Venezuela. Tuvimos el placer junto a más de 200 integrantes de la comitiva oficial, de conocer los vinos íconos de viña Concha y Toro.
Considerada como una degustación histórica, en la que Don Alfonso Larraín presidente, nos puso en conocimiento que nunca antes en Chile u otro rincón del mundo, habían logrado reunir a los enólogos emblemáticos de las viñas chilenas que forman el grupo Concha y Toro, para presentar sus respectivos vinos íconos. Un recorrido por los últimos 20 años de la viticultura en Chile y un reto de cada enólogo, al elegir la añada que quería mostrar de su vino ícono.
Marcelo Papa, escogió presentar al ícono del proyecto Maycas del Limarí, Chardonnay Quebrada Seca, en su segunda cosecha, 2008; destacando las bondades del Norte, pero por sobre todo, las características de un suelo que hace que este vino provenga -al menos por ahora- cada año de un mismo bloque en particular.
Entre los factores determinantes en su proceso de producción, se halla una pequeña capa de arcilla roja que le aporta estructura, y debajo de ella, una capa de arena que permite que las raíces sigan bajando en busca de los nutrientes que hay en un suelo rico en rocas aluviales y material calcáreo.
Las referencias de Marcelo Papa, señalan a un ingeniero agrónomo con una preocupación recurrente... " los detalles para llegar al consumidor final", Papa como enólogo de "Maycas del Limari Quebrada Seca 2008, Chardonnay", logra uno de sus grandes propósitos..."mover al consumidor que compre otra botella". Porque es un vino que satisface en su gusto, el cual tendrá la capacidad de evolucionar aún más, en botella. Visible su cuna, en el trabajo con uva madura, evitando que logre ser un vino verde ó súper tánico, considerado tope de gama...sobrio, jugoso, extraordinariamente potente en frutosidad. En nariz... complejo, refrescante, frutal, propio en su definición de un gran Chardonnay.
Las referencias de Marcelo Papa, señalan a un ingeniero agrónomo con una preocupación recurrente... " los detalles para llegar al consumidor final", Papa como enólogo de "Maycas del Limari Quebrada Seca 2008, Chardonnay", logra uno de sus grandes propósitos..."mover al consumidor que compre otra botella". Porque es un vino que satisface en su gusto, el cual tendrá la capacidad de evolucionar aún más, en botella. Visible su cuna, en el trabajo con uva madura, evitando que logre ser un vino verde ó súper tánico, considerado tope de gama...sobrio, jugoso, extraordinariamente potente en frutosidad. En nariz... complejo, refrescante, frutal, propio en su definición de un gran Chardonnay.
En boca lo refrescante comienza a intensificarse con sabores a peras, algo de acidez y mineralidad, para envolvernos con cítricos y notas a melón verde. A mi juicio, un vino que evolucionará en su guarda, alcanzando como es lógico maduración y estructura. 14.4 grados de alcohol, pudiesen ser altos para la categoría, sin embargo es tan refrescante, que no logramos ser impactados profundamente.
Marcelo Papa me comentó, en un acercamiento exclusivo, que este vino nunca conoció tanque de acero; se cosechó, molió y el mosto fue directo a fermentar en barrica. Más de la mitad de ellas francesas nuevas, en las que estuvo por catorce meses y no alcanzó a hacer fermentación maloláctica. No por ello su resultado fue un vino dulzón ni tampoco medianamente tostado.
Lo degusté con los platillos del reconocido chef Guillermo Rodríguez, dueño de un talento innato, profesor de importantes generaciones de cocineros chilenos y creador de dos emblemas en el mercado de restauración de la gastronomía chilena, el Restaurant L`Etoile del Hotel Sheraton San Cristóbal y el Bristol del Hotel Plaza San Francisco.
Lo degusté con los platillos del reconocido chef Guillermo Rodríguez, dueño de un talento innato, profesor de importantes generaciones de cocineros chilenos y creador de dos emblemas en el mercado de restauración de la gastronomía chilena, el Restaurant L`Etoile del Hotel Sheraton San Cristóbal y el Bristol del Hotel Plaza San Francisco.
Guillermo Rodríguez, propone el rescate de nuevos productos y preparaciones hasta entonces olvidadas. La quínoa, merkén, salmones, aguacates, lechozas, mote, cordero, krill, y una serie de pescados y mariscos entre muchos otros productos, han cobrado vida con nuevos sabores.
De extrema cordialidad y elevada cultura, con su serena grandilocuencia me comentó de su estrecha comunión con el vino, ya que ha sido testigo de los más importantes eventos, con líderes mundiales llevados a cabo por la Presidencia de la República. Su principal meta...ha sido y será el rescate de la gastronomía chilena con la reunión de otros talentosos chefs, conformando así, el Capítulo Chileno de la prestigiosa asociación francesa Les Toques Blanches.
De extrema cordialidad y elevada cultura, con su serena grandilocuencia me comentó de su estrecha comunión con el vino, ya que ha sido testigo de los más importantes eventos, con líderes mundiales llevados a cabo por la Presidencia de la República. Su principal meta...ha sido y será el rescate de la gastronomía chilena con la reunión de otros talentosos chefs, conformando así, el Capítulo Chileno de la prestigiosa asociación francesa Les Toques Blanches.
Nos ofreció unas tapas por demás inspiradoras... Ostiones de limoneta de aji verde y Ostras de Curaco de Vélez y Krill Antártico, en emulsión de papa chilota.
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