viernes, junio 01, 2012

GILBERTO CORREA, 30 años de carrera elevando un estilo que hoy se tiñe de reflexiones




Julio César Alcubilla B.

Nació el 24 de febrero de 1943, hijo de Cira Amelia y Emilio; familia de clase media marabina, apegada a las tradiciones, valores y forjadoras de camino. Desde niño destacó a temprana edad, por su carácter forjado en el  tesón y disciplina de colegios militares e internados. A los veinte años nacía el primer locutor comercial de la T.V. venezolana. Enrique Cuzcó se interesa por su talento y reconoce de inmediato sus habilidades, entre las que destaca un estilo cercano y un manejo en los escenarios de exclusiva imagen. En el 65`entra en Venevisión y se catapulta su carrera caracterizada por el trato afable, pero distinguido. Tuvimos el placer de compartir un ameno y profundo diálogo, matizado por las risas y detenidas reflexiones.

Para 1.963, el Diario Panorama publicaba que con solo 20 años, ya eras el locutor más joven de Venezuela, ¿Por qué la locución y luego el periodismo?
“En aquel entonces la profesión de la radio y la del periodismo, no eran profesiones dignificadas ni trascendentes. Todas las familias querían tener un hijo abogado, médico, economista, ingeniero, o cura. Pero locutor de radio, era como mal visto, una profesión sin futuro. Tuve la suerte de que para ese mismo año, de incorporarme a la  Universidad del Zulia en la facultad de Humanidades, debido a que se logró abrir el compás, y al yo ser bachiller en Ciencias me permitieron inscribirme en la carrera de periodismo. Me di cuenta desde temprana edad que me gustaba mucho la radio y la televisión, pero sabía que a esto le hacía falta como una capa de cultura, de conocimiento universal, más que de curiosidad personal. Estaba de acuerdo, desde entonces y lo sigo manteniendo, de que para poder hablar hay que leer primero”.

“Me gradué de locutor, a los 17 años, comencé hacer un programa llamado “Cultura Universitaria” y luego  en televisión la gente de Pampero, me permitió conducir un Festival de Gaitas. Aquí empecé a trabajar en la gran pantalla y fue un asombro distinguir que un muchacho de esta edad, ya estaba dando los primeros pininos. Una vez el Señor Enrique Cuzcó vio un video mío de un programa benéfico y me mandó a buscar, para entrar en Venevisión. Al llegar a Caracas me hicieron un Casting, sin yo darme cuenta, delante de tres directivos del canal. El primero de febrero de 1965 yo entré en Venevisión.”.


¿Cómo impactó en tu carrera, el haber conocido a Cuzcó, además de darte el primer impulso?
“La televisión recién empezaba, no podemos olvidar que quien primero salió al aire fue el canal 5, luego RCTV. Don Diego Cisneros, amplió un poco el espectro de la televisión y se trajo gente experimentada que provenían de la CMQ. Enrique Cuzcó fue productor de radio, hizo novelas radiales como El Derecho de Nacer, un hombre muy conocedor del medio. Los cubanos en aquel entonces tenían mucho más experiencia, la CMQ se comparaba con la BBC, Enrique fue un formador, no sólo de mí, sino de José Bardina, Nelson Bocaranda, Oscar Yanez, etc;  un visionario que sabía lo que hacía falta en la T.V. Hoy en día la televisión es mucho mas segmentada, para noticias, deporte o entrenamiento.”

“El Grupo tenía una empresa de refrescos Pepsicola, que estaba relacionada con todo el país y su idiosincrasia se sustentaba en llegarles al pueblo, a la gente. Hicimos grandes promociones en el canal, a lo largo y ancho del país. Mucho antes de yo hacer Sábado Sensacional,  hice  un programa en La Candelaria, 23 de Enero, en Montalbán, etc., que se llamaba el Show del Pueblo; junto a la Billos Caracas Boys…el contacto del canal junto al pueblo”.

Victor Saume, Amador Bendayán, Renny Ottolina, Gilberto Correa, Carmén Victoria Pérez, ¿Cuáles han sido las características o trucos de la profesión, que crees han dejado como legado a las nuevas generaciones?
“Ante todo, una persona en televisión cualquiera sea su trabajo, como locutor, animador, ancla o promotor, debe encontrarse a sí mismo. Porque uno se representa a sí mismo, yo no puedo inventar a un Gilberto Correa que no lleve por dentro. Para todos nosotros, Renny fue un ícono, una referencia inevitable, un hombre bien formado, bien preparado, muy culto, con una capacidad de persuasión enorme, de hablar y convencer increíblemente. Amador por su parte era la sensibilidad, el humor, la naturalidad. Cada uno tenía un estilo, que lo hizo trascender”.


¿Qué nos puede decir el Gilberto Correa ciudadano, el que se ha enfrentado a distintas etapas de nuestra democracia, en referencia a nuestras actuales circunstancias y la realidad país-medios de comunicación?
“Efectivamente, al país yo lo he visto en varias etapas, primero fueron las grandes cadenas de radio AM, luego vino la FM, pasamos a la televisión en blanco y negro, luego llegó el color, a mí me ha tocado hacer el tránsito entre una cosa y la otra; esto me permitió olfatear y conocer a mi país. No hay duda de que todo ser humano tiene la posibilidad de superarse, la superación no es otra cosa que el empeño permanente que tenemos, en hacer más cada día. En Venezuela, la educación es un factor importantísimo para alcanzar el logro. Aquí no es tan difícil triunfar, cualquier persona que se dedique con sudor y esfuerzo puede hacerlo, porque en definitiva el sudor es lo único que acompaña a un buen talento”.

¿Cómo imagen de productos y servicios, que se necesita como talento para poder otorgarle a una marca, la popularidad que necesita y el impulso que amerita?
“Conocer muy bien al producto y al equipo humano que lo maneja, hacer publicidad para un producto, no es decir una frase bonita con cierto estilo, ser publicista no lo hace cualquiera. Las grandes marcas que permanecen en el tiempo, lograron haber transmitido el mensaje de calidad, fidelidad, etc; formo parte de una orquesta junto a mis clientes”.

¿Cómo podrías promocionar a la Venezuela actual, sin caer en la utopía?
“Utopía que en política se llama demagogia, simplemente  es errado ofrecer a un colectivo que va a tener un mundo de Magic Kingdown de Disney World, sin que ese colectivo aporte nada.  Estamos muy mal; el mejor comentario que puedo hacer en éste momento, es que cada quien observe su entorno por dónde camina, los motorizados, el tránsito, los huecos en la calle, la falta de civismo, etc. Necesitamos un cambio de actitud, preguntarnos  ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros por Venezuela?”.


“Recientemente leí de Rodolfo Izaguirre, algo con lo cual  coincido plenamente,  …”el país se ha igualado hacia abajo”…,  los pueblos deben elevarse no decrecer. La cultura se supone que es para ser mejores, no podemos regresar a la cultura del conuco. Creo que los medios tienen mucho que ver con ello, esto tiene que ver con la irreverencia. Cuando la gente no respeta a los mayores, no resguarda sus tradiciones, las costumbres; los países no están bien. Todo el mundo habla que Venezuela es rica, que tiene playas bellas y suelo fértil, ¿Por qué no promocionar el inventario o potencial de lo que Venezuela tiene, de su potencial humano y como hacemos para explotarlo mejor?”.

Dentro del contexto de lo humano y como profesional, ¿cómo puedes describir la experiencia de haber entrevistado a grandes personalidades del mundo?
“Dentro de lo humano, valoro la sinceridad sobre el fingimiento o hipocresía; cuando entrevistamos a alguien, suele suceder que nos dan la vuelta o nos la adornan, y dibujan lo que les gustaría ser y no lo que son realmente. Por ello valoro la sinceridad, ante cualquier otro valor y el comprender que pueda mantenerme en el medio, sin depender exclusivamente de él”.

Podemos prepararnos para el triunfo o el fracaso, ¿Pero podríamos hacerlo por igual para el anonimato?
“Sí, en mi caso yo fui formado para ello; no alcancé la popularidad de manera súbita, tuve que luchar mi carrera pulso a pulso. De la misma manera que yo aparecí, tengo conciencia que de esa misma manera iré desapareciendo. Iré quedando en el colectivo, como una persona que lo hizo con honradez, con disciplina y con mucho entusiasmo”.
“Cada uno de nosotros debemos mirarnos en un espejo y concluir que uno no se puede hacer trampa jugando solitario, he estado cerca de gente triunfadora de todas las nacionalidades del mundo, y todos tienen un denominador común, la constancia, en mi caso para hacer televisión de calidad, hicieron falta dos cosas, talento y recurso. Y saber que algún día, tal vez seremos recordados”.

1 comentario:

luis1210 dijo...

El de la segunda foto no es el chamo de con ida y vuelta que tiene también unos vídeos?