Julio César
Alcubilla B.
Nació el 24 de
febrero de 1943, hijo de Cira Amelia y Emilio; familia de clase media marabina,
apegada a las tradiciones, valores y forjadoras de camino. Desde niño destacó a
temprana edad, por su carácter forjado en el
tesón y disciplina de colegios militares e internados. A los veinte años
nacía el primer locutor comercial de la T.V. venezolana. Enrique Cuzcó se
interesa por su talento y reconoce de inmediato sus habilidades, entre las que
destaca un estilo cercano y un manejo en los escenarios de exclusiva imagen. En el 65`entra en
Venevisión y se catapulta su carrera caracterizada por el trato afable, pero
distinguido. Tuvimos el placer de compartir un ameno y profundo diálogo,
matizado por las risas y detenidas reflexiones.
Para 1.963, el Diario Panorama publicaba que con
solo 20 años, ya eras el locutor más joven de Venezuela, ¿Por qué la locución y
luego el periodismo?
“En aquel
entonces la profesión de la radio y la del periodismo, no eran profesiones
dignificadas ni trascendentes. Todas las familias querían tener un hijo
abogado, médico, economista, ingeniero, o cura. Pero locutor de radio, era como
mal visto, una profesión sin futuro. Tuve la suerte de que para ese mismo año, de incorporarme a la Universidad del Zulia en la facultad de Humanidades, debido a que se logró abrir el
compás, y al yo ser bachiller en Ciencias me permitieron inscribirme en la
carrera de periodismo. Me di cuenta desde temprana edad que me gustaba mucho la
radio y la televisión, pero sabía que a esto le hacía falta como una capa de
cultura, de conocimiento universal, más que de curiosidad personal. Estaba de
acuerdo, desde entonces y lo sigo manteniendo, de que para poder hablar hay que
leer primero”.
“Me gradué de
locutor, a los 17 años, comencé hacer un programa llamado “Cultura
Universitaria” y luego en televisión la
gente de Pampero, me permitió conducir un Festival de Gaitas. Aquí empecé a
trabajar en la gran pantalla y fue un asombro distinguir que un muchacho de
esta edad, ya estaba dando los primeros pininos. Una vez el Señor Enrique
Cuzcó vio un video mío de un programa benéfico y me mandó a buscar, para
entrar en Venevisión. Al llegar a Caracas me hicieron un Casting, sin yo darme
cuenta, delante de tres directivos del canal. El primero de febrero de 1965 yo
entré en Venevisión.”.
¿Cómo impactó en tu carrera, el haber conocido a
Cuzcó, además de darte el primer impulso?
“La televisión
recién empezaba, no podemos olvidar que quien primero salió al aire fue el
canal 5, luego RCTV. Don Diego Cisneros, amplió un poco el espectro de la
televisión y se trajo gente experimentada que provenían de la CMQ. Enrique
Cuzcó fue productor de radio, hizo novelas radiales como El Derecho de Nacer,
un hombre muy conocedor del medio. Los cubanos en aquel entonces tenían mucho
más experiencia, la CMQ se comparaba con la BBC, Enrique fue un formador, no
sólo de mí, sino de José Bardina, Nelson Bocaranda, Oscar Yanez, etc; un visionario que sabía lo que hacía falta en
la T.V. Hoy en día la televisión es mucho mas segmentada, para noticias,
deporte o entrenamiento.”
“El Grupo tenía
una empresa de refrescos Pepsicola, que estaba relacionada con todo el país y
su idiosincrasia se sustentaba en llegarles al pueblo, a la gente.
Hicimos grandes promociones en el canal, a lo largo y ancho del país. Mucho
antes de yo hacer Sábado Sensacional,
hice un programa en La
Candelaria, 23 de Enero, en Montalbán, etc., que se llamaba el Show del Pueblo;
junto a la Billos Caracas Boys…el contacto del canal junto al pueblo”.
Victor Saume, Amador Bendayán, Renny Ottolina,
Gilberto Correa, Carmén Victoria Pérez, ¿Cuáles han sido las características o
trucos de la profesión, que crees han dejado como legado a las nuevas
generaciones?
“Ante todo, una
persona en televisión cualquiera sea su trabajo, como locutor, animador, ancla
o promotor, debe encontrarse a sí mismo. Porque uno se representa a
sí mismo, yo no puedo inventar a un Gilberto Correa que no lleve por dentro.
Para todos nosotros, Renny fue un ícono, una referencia inevitable, un hombre
bien formado, bien preparado, muy culto, con una capacidad de persuasión
enorme, de hablar y convencer increíblemente. Amador por su parte era la
sensibilidad, el humor, la naturalidad. Cada uno tenía un estilo, que lo hizo
trascender”.
¿Qué nos puede decir el Gilberto Correa ciudadano,
el que se ha enfrentado a distintas etapas de nuestra democracia, en referencia
a nuestras actuales circunstancias y la realidad país-medios de comunicación?
“Efectivamente,
al país yo lo he visto en varias etapas, primero fueron las grandes cadenas de
radio AM, luego vino la FM, pasamos a la televisión en blanco y negro, luego
llegó el color, a mí me ha tocado hacer el tránsito entre una cosa y la otra;
esto me permitió olfatear y conocer a mi país. No hay duda de que todo ser
humano tiene la posibilidad de superarse, la superación no es otra cosa que el
empeño permanente que tenemos, en hacer más cada día. En Venezuela, la
educación es un factor importantísimo para alcanzar el logro. Aquí no es tan
difícil triunfar, cualquier persona que se dedique con sudor y esfuerzo puede
hacerlo, porque en definitiva el sudor es lo único que acompaña a un buen
talento”.
¿Cómo imagen de productos y servicios, que se
necesita como talento para poder otorgarle a una marca, la popularidad que
necesita y el impulso que amerita?
“Conocer muy
bien al producto y al equipo humano que lo maneja, hacer publicidad para un
producto, no es decir una frase bonita con cierto estilo, ser publicista no lo
hace cualquiera. Las grandes marcas que permanecen en el tiempo, lograron haber
transmitido el mensaje de calidad, fidelidad, etc; formo parte de una orquesta junto a mis clientes”.
¿Cómo podrías promocionar a la Venezuela actual, sin
caer en la utopía?
“Utopía que en
política se llama demagogia, simplemente es errado ofrecer a un colectivo que va a tener
un mundo de Magic Kingdown de Disney World, sin que ese colectivo aporte
nada. Estamos muy mal; el mejor
comentario que puedo hacer en éste momento, es que cada quien observe su
entorno por dónde camina, los motorizados, el tránsito, los huecos en la calle,
la falta de civismo, etc. Necesitamos un cambio de actitud, preguntarnos ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros por
Venezuela?”.
“Recientemente leí
de Rodolfo Izaguirre, algo con lo cual coincido plenamente, …”el país se ha igualado hacia abajo”…, los pueblos deben elevarse no decrecer. La
cultura se supone que es para ser mejores, no podemos regresar a la cultura del
conuco. Creo que los medios tienen mucho que ver con ello, esto tiene que ver
con la irreverencia. Cuando la gente no respeta a los mayores, no resguarda sus
tradiciones, las costumbres; los países no están bien. Todo el mundo habla que
Venezuela es rica, que tiene playas bellas y suelo fértil, ¿Por qué no
promocionar el inventario o potencial de lo que Venezuela tiene, de su
potencial humano y como hacemos para explotarlo mejor?”.
Dentro del contexto
de lo humano y como profesional, ¿cómo puedes describir la experiencia de haber
entrevistado a grandes personalidades del mundo?
“Dentro de lo humano, valoro la sinceridad sobre el
fingimiento o hipocresía; cuando entrevistamos a alguien, suele suceder que nos
dan la vuelta o nos la adornan, y dibujan lo que les gustaría ser y no lo que
son realmente. Por ello valoro la sinceridad, ante cualquier otro valor y el
comprender que pueda mantenerme en el medio, sin depender exclusivamente de él”.
Podemos prepararnos
para el triunfo o el fracaso, ¿Pero podríamos hacerlo por igual para el
anonimato?
“Sí, en mi caso yo fui formado para ello; no alcancé la
popularidad de manera súbita, tuve que luchar mi carrera pulso a pulso. De la
misma manera que yo aparecí, tengo conciencia que de esa misma manera iré
desapareciendo. Iré quedando en el colectivo, como una persona que lo hizo con honradez,
con disciplina y con mucho entusiasmo”.
“Cada uno de nosotros debemos mirarnos en un espejo y
concluir que uno no se puede hacer trampa jugando solitario, he estado cerca de
gente triunfadora de todas las nacionalidades del mundo, y todos tienen un
denominador común, la constancia, en mi caso para hacer televisión de calidad,
hicieron falta dos cosas, talento y recurso. Y saber que algún día, tal vez
seremos recordados”.
1 comentario:
El de la segunda foto no es el chamo de con ida y vuelta que tiene también unos vídeos?
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