Esta Dama me concedió
una exclusiva, plena de cordialidad, innegable transparencia, francas
expresiones, una invitación a sentirnos embriagados por su gran belleza y
genuina personalidad.
Julio César Alcubilla B.-
Hace 55 años, Venezuela se
alzaba con la corona del Miss Mundo, una hermosa joven venezolana poseedora de
un gran temple, elegancia innata y extraordinaria belleza, nos traía el primer
triunfo en un certamen de belleza Mundial, dejando muy en alto nuestro
gentilicio. Carmen Susana Duijm Zubillaga, nació en 1936 en El Paraíso, fue la ganadora de la III edición del concurso Miss Venezuela y se coronó en el siempre
recordado Salón Naiguatá del Hotel Tamanaco de Caracas, el 9 de julio del 1955. Al momento de su elección Susana, vivía en
la urbanización Bello Monte y trabajaba como oficinista,
hija “de padres pobres pero muy honrados”, como ella misma comenta, forjadores
de dignidad y templanza; Abraham Duijm, inmigrante judío de
Surinam y Carmen Zubillaga, natural de Aragua de Barcelona,
estado Anzoátegui.
Junto a Susana recordamos como reunió
dinero con ayuda de su madrina Carola Reverón de Behrens para participar en
Miss Mundo 1955, evento que se llevó a cabo en Londres, Inglaterra. Su posterior
viaje a Paris, luego de haberse coronado como Miss Mundo y la primera
latinoamericana en obtener ésta corona, cuando modeló para el diseñador Oleg Cassini y fue peinada
por el célebre estilista Alexandre. Susana, fue
portada de la muy reconocida revista "Paris Match"; su matrimonio,
divorcio, el nacimiento de sus hijos, hasta que hoy en día conduce un programa
de radio por 98.1 FM titulado "De tono a tono con Susana" y reside con
su madre Y hermana Giocconda en la isla de Margarita, en una casa cerca de La Asunción de nombre "1955".
Reencontrarnos con Susana después de
tantos años, es rescatar lo más genuino y valioso de nuestra venezolanidad. Sin
duda alguna esta hermosa mujer además de bella, espontánea y amena, seguirá siendo
reina por siempre…
¿Desde Caracas, El
Paraiso, a una silla de Secretaria recepcionista y de aquí al Miss Mundo 1.955;
además de ser portada de la revista
Paris Match?
“Haber sido portada de la revista Paris
Match, ese gustico, ese orgullo, todavía no me lo ha quitado ninguna
latinoamericana. Modelé para Oleg Cassini durante 9 meses y para las hermanas
Fontana en Italia. Deseo contarte una anécdota cuando llegué a Londres…yo le di
antes de mi partida, un dinero a un señor para que me pusiera un cablegrama a
Londres, éste señor nunca lo envió, se tomó el dinero. Al llegar al aeropuerto
de Londres, no había nadie recibiéndome, por supuesto que los lagrimones eran
enormes, hasta que se acercó un señor que me dijo que me pasaba, yo en mi mal
ingles le expliqué lo que me sucedía, este señor resultó ser un periodista de
un famoso pariódico londinense. Me invitó a acompañarle y aunque asustada me
arriesgué, fuimos a la redacción del periódico, me hicieron abrir la maleta y
ponerme el traje de baño y al día siguiente apareció en primera plana, “perdida
hermosa latinoamericana en la bruma de londres”. Yo me había equivocado en
llegar con ocho o diez días de anticipación…la gente de ese periódico me
adoptó”.
¿Qué pasó realmente con el célebre estilista Alexander, para que recibieras el mote de Carmen la Salvaje?
“En realidad yo estaba muy joven para
aquel entonces, estaba invitada a la televisión francesa para una entrevista, resulta que yo en mi vida había usado un moño.
El señor Alexander de muy buena nota, comenzó a hacerme un moño y a mi
sinceramente no me gustó, porque yo tenía un complejo con mis orejas y nunca
usaba el cabello hacia atrás, contrariamente a lo que ha pasado en todo éste
tiempo. Definitivamente uno joven, sin experiencia, no mide las
consecuencias…el señor Alexander se puso fúrico y le pidió a la hija del Embajador
de Venezuela, que era Titina Gil Fortoul, que no me llevará para allá, mas
nunca en su vida. Después la prensa francesa me llamó Carmen la Salvaje, porque
yo tenía un desfile con Jak Fath, que era uno de los grandes modistas de Europa
y el cual me prestó la ropa durante el tiempo que yo estuve en París…porque yo
inventé que se me había perdido la llave de mi maleta…cosa incierta..(risas)…”
“Pues bien, a cambio de ese préstamo yo
tenía que hacer un pequeño desfile para la prensa, resulta que cuando vi lo que
me iban a poner no me gustó, agarré mi cartera y me fui…allí surgió Carmen la
Salvaje”…
Definitivamente, escuchándote hablar, el coraje fue determinante para tu época... ¿Consideras que éste sigue siendo necesario para alcanzar el triunfo actualmente, para una mujer en la belleza?
“Pienso que mi triunfo fue motivado por el
toque de un Ada Madrina, porque yo jamás imaginé que yo iba a estar
participando en un concurso de belleza y además que yo no me veía nada en
especial o en particular. El estándar de belleza de mi época, era muy contario
a lo que yo era, creo que definitivamente mi esfuerzo me ayudó”.
Susana, aunque todos reconocemos tu gran sencillez… ¿el lujo para ti es importante?
“Quizás el lujo no sea importante para mí,
pero pienso que cuando uno conoce las cosas buenas, a uno le queda ese
gustico…por ello creo que uno conoce a determinadas personas que disfrutan de
un buen reloj, ropa exclusiva, excelente comida, etc…y allí se quedan. En lo
particular, a mi no me llama la atención, me gusta la sencillez, claro si se me
presenta la ocasión de lucir un traje espectacular, me gusta, pero no es que me
mata… (risas)”…
Haz sido y sigues siendo una personalidad mediática, ¿qué se debe tomar en cuenta para brindarle a una mujer, en una revista impresa?
“Cuando yo estaba jovencita, veía las
revistas de modas y decía, a mi me encantaría ser una modelo, salir en esas
revistas…pero creo que esto nace con uno, éste don de posar, de cómo caminar…
quizás en mi caso yo aprendí viendo, nadie me enseñó. Muchas personas me
comentan que yo nací para reina, por supuesto que no les creo nada”.
Cuando alcanzaste el triunfo en 1955, consideraste que era un triunfo de la democracia en contra de la dictadura. Incluso surgió en paralelo un comentario para la época, que una hermosa recepcionista destronó a las chicas de abolengo. ¿Cómo consideras el triunfo de la belleza en una Venezuela actual, tendría algo que ver con mantenerse viva también en la política?
“Políticamente Susana Dujim denuncia lo
que considera relevante, aunque sé que muchísimas veces uno no logra alcanzar
hacer nada. A las personas que uno desea impactar, no hacen nada, bien por
conveniencia o porque no les interesa el país. Hay que tener temple, mi
ejemplo, yo de condición muy humilde, nací en Caracas, de una gente muy
humilde, trabajadora y como dicen, muy honesta. Tuve temple cuando me vi sola
en Europa, sin hablar bien un idioma y sin los medios económicos”.
Osmel Sousa en una oportunidad me declaró que el creaba reinas de belleza y que no podíamos pedir gran inteligencia en una muchacha de 18 años… ¿Qué son para ti la belleza y la inteligencia?
“Hoy por hoy, las muchachas de 18 años
están preparadas, iniciándose en la universidad o en una carrera técnica. Esto
es igual que decir que las mujeres bellas son mujeres tontas, en mi caso yo si
tuve que dejar de estudiar por nuestra condición económica. Yo he ido
aprendiendo en la vida con el paso del tiempo, en mi rol de madre al ser del
signo leo, soy protectora y siempre he pensado, que yo más que miss, modelo o
reina de belleza, soy ante todo madre, soy como una gallina… protejo mucho a
mis hijos”.
Muchas y muchos nos preguntamos qué haces para conservarte tan bella… ¿tienes algún truco de belleza?
“Yo no sé lo que me quieren decir cuando
me dicen que bien conservada estas…no se que desean expresar con conservada
(risas)…creo que una mujer de mi edad, no se vería muy bien poniéndose unos
implantes. Afortunadamente utilizo siempre una crema limpiadora y una crema
humectante, de las que usaban nuestras abuelitas y que yo la sigo utilizando, y
eso sí, utilizo mucho protector solar. Esto a raíz de que me hice láser para
renovar la piel, remover la piel muerta y permitir me saliera una nueva piel
fresca, con colágeno. Quizás mi principal secreto, es no hacerle daño a nadie y
estar bien conmigo misma”.
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