jueves, mayo 31, 2012

Mi último encuentro con Plácido Domingo


Sumario: Elegido como el mejor cantante de su tesitura de todos los tiempos, estuvo presente en Venezuela y nos dejó un gran legado.


Julio César Alcubilla B.-
Para todos los que lo seguimos y para algunos de los afortunados en verlo y escucharlo, coincidimos  en que es una de las voces líricas masculinas  más trascendentes de nuestra historia, y un personaje singular, que poco a poco fue ganándose a su público.




"Desde los años 60, el mundo de la ópera parece inconcebible sin Domingo y el enorme tesoro de sus grabaciones dará testimonio de su grandeza a futuras generaciones", afirma Michael Tanner, crítico de la revista británica The Spectator.
Plácido Domingo, es sin duda uno de los tenores vivos más importantes de la lírica contemporánea. Clasificar su voz, hasta cierto punto sería osadía, sin embargo es digno asumir el reto. Poseedor de  una voz espléndida, capaz de interpretar con la misma facilidad a Haendel o a Wagner, o un  dificilísimo Otello de Verdi, en el que hoy aún se considera de referencia absoluta, Plácido Domingo es reconocido por  una voz potente. La versatilidad al igual que su sonoridad, le han hecho capaz de cantar con la misma fuerza, en cualquiera de los registros.

Plácido nació el 21 de Enero de 1941 en Madrid; hijo de dos destacados cantantes de zarzuela, Plácido Domingo y Pepita Embil Echaniz. Tuvo un debut poco común, comenzando  a cantar como barítono, el 12 de mayo de 1.959 en la ópera "Marina", la crítica lo consideró como un buen ejemplo del llamado "metodismo musical". Más tarde ejecutó magistralmente el rol como tenor de Alfredo en La Traviata y para 1962 al unirse a la Ópera de Tel Aviv y a la Opera Nacional de Israel, comenzó su fama.


Una carrera colmada de éxitos, acompañan a esta figura: En el  Metropolitan Opera de Nueva York 1968 debuta con  Adriana Lecouvreur, cantando al lado de gran Diva Renata Tebaldi. Desde entonces, ha abierto la temporada de este teatro en veintiuna ocasiones, superando el récord de Enrico Caruso. Siguió La Scala y Teatro Municipal de Santiago 1969, Covent Garden en 1971 y el Teatro Colón de Buenos Aires en 1972.


Destacable por igual su reportorio, Plácido ha cantado en italiano, francés, alemán, español, inglés y ruso. Su versatilidad le ha permitido interpretar diferentes roles y dirigido grandes obras de  Handel, Mozart, Alberto Ginastera, Gustav Mahler , Tan Dun y más recientemente de Franco AlfanoCyrano de Bergerac” en el Metropolitan Opera y la Royal Opera House en Londres. El Primer Emperador de China (Qin Shihuang), de Tan Dun (2006), con puesta en escena del director de cine chino Zhang Yimou.


Para 1990  funda junto a José Carreras y Luciano Pavarotti, la célebre sociedad artística de “Los Tres Tenores” en Roma, con motivo del Mundial de fútbol Italia. Luego para 1993 nace bajo su dirección “Operalia”, concurso para jóvenes cantantes de ópera.
En las últimas décadas Plácido Domingo, incursiona en el crossover y la música pop, haciendo duetos con iconos de la música popular como Carlos Santana (Shaman), el grupo vocal mexicano "Pandora", el cantante ranchero Alejandro Fernández, así como el cantante estadounidense Michael Bolton.


Entre sus alcanzados laureles figuran, el reconocimiento del público, el ser considerado hoy por hoy el más grande tenor de nuestros tiempos y el recibir las medallas más importantes de diferentes naciones, entre las que figuran:  La Medalla de la Libertad otorgada por el Presidente George W. Bush en el 2002, Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1991;  junto a Victoria de los Ángeles, Teresa Berganza, Montserrat Caballé, Josep Carreras, Pilar Lorengar y Alfredo Kraus. Premio Kennedy Center en el año 2000,  Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil en el 2002. Medalla Presidencial de la Libertad de los Estados Unidos igualmente en el 2002. Premio Ella 2002, Orden del Imperio Británico 2002, entre muchas otras.
Domingo ha cantado Ópera, Música Religiosa, Zarzuela, y otros géneros; el pasado 17 de Septiembre de éste año, nos deleitó  en Venezuela con su innegable talento, afables gestos y cordial entusiasmo.
Junto a Plácido Domingo, conocí a la soprano Virginia Tola de origen argentino, ganadora del certamen Operalia; su técnica nos hace recordar a otra gran Diva, Renata Tebaldi, quizás la voz de soprano spinto más perfecta que se haya conocido. En su temperamento, Tola se nutre de María Cala y en su sonoridad nos recuerda por igual a Joan Sutherland,  cuya técnica destaca por la recurrencia de pianísimos. Sería destacable que Virginia Tola trabajase más la claridad y nitidez de la articulación, para lograr un reconocimiento más apreciable de sus matices. En todo caso,  es una soprano extraordinaria, artista destacable para los escenarios del mundo.
La última vez que vi a  Plácido Domingo en su última visita a Venezuela, y la primera vez que tuve el placer de entrevistarlo en exclusiva, su visita estuvo colmada de muchas expectativas y no faltaron las conjeturas, cuando interpretó a capela frente a un  nutrido grupo de invitados  seleccionados en “El Calvario”, pertenecientes a las llamadas clases populares afectas al Estado, “EL Alma Llanera” y  “Granada” , luego de haber declarado que solo se trataba de un recorrido social,  amistoso.
“Siento una gran satisfacción de encontrarme en éste país que recuerdo con tantísimo cariño. Una reacción del público con una total entrega, hace bastantes años que canté aquí; tres cosas suelo distinguir  en nuestra carrera, la más común es que vayamos a lugares que continuamente estamos hiendo, luego lugares nuevos, y éste que es una ilusión muy grande, el venir a una ciudad, a una nación, que hace mucho tiempo que faltas y donde te han demostrado un cariño siempre”. Comenzó así sus declaraciones: “Me encuentro con la soprano Virginia Tola, una triunfadora del concurso internacional Operalia, que se lleva a cabo desde 1.993; del cual los frutos han sido extraordinarios. El mismo ha logrado cantantes de gran resonancia internacional, entre ellos, Aquiles Machado un venezolano del cual han de sentirse muy orgullosos.”



Muchos han considerado que en su registro, el color se mantiene incólume. ¿Cómo ha logrado esto a través de los años?
“Nada es eterno en ésta vida, la gran alegría es que casi después de medio siglo realmente no me lo creo. Siento que aún en todos los escenarios del mundo, puedo ofrecer todavía algo muy positivo.; todo es ganancia, nunca pensé que pudiese cantar por tantos años”.

¿Como Director de Orquesta qué elige: la técnica, la expresión, sugiere o impone?
“La técnica es absolutamente necesaria para hacerte entender con la orquesta, probablemente el foco no sea el imponerse, es más bien una colaboración. Cuando estamos dirigiendo una orquesta de 60 u 80 músicos, quizás más, lógicamente nos anticipamos al crear,  éste sonido nos pasa por la mente y lo transmitimos. Durante los ensayos surge un intercambio de ideas y yo en lo particular prefiero la paz y la tranquilidad. Creo que los tiempos en los que los directores de orquesta gritaban e insultaban, quedaron atrás”.
Los tiempos han cambiado en el público, dentro de su concepción de apreciar el canto lírico y el repertorio contemporáneo. Pudimos apreciar en el Documental de Alberto Arvelo a un Plácido Domingo conmovido hasta las lágrimas,  en una presentación de la Orquesta Juvenil de Venezuela. ¿Quisiera saber su opinión acerca de la obra del Maestro Abreu?
“Lo que ha sucedido con el maestro Abreu, es algo único y afortunadamente no irrepetible, ya que se está tomando su ejemplo en el mundo. Venezuela ha de sentirse orgullosísima, de la idea que el tubo y que ha dado tantos frutos a través de los años. Para mí fue muy emocionante ver casi mil niños tocando, en ocasión de mi llegada a uno de los viajes que hice a Caracas. La verdad,  deben estar muy orgullosos de la Orquesta Simón Bolívar, deseo algún día poder dirigirla”.


¿Qué opina de los cantantes que han salido de un Reality Show?
“El Reality Show es algo muy interesante, sin embargo existe mucha confusión. El cantante de ópera entiende que la ópera se canta sin amplificación, a excepción de los conciertos que hacemos dirigidos a grandes masas, en los cuáles se tiene que amplificar el sonido. En estos concursos de Reality Show, que son en  vivo el cantante canta con micrófono, algunos cantantes y esto es muy positivo, van y cantan romanzas de ópera. Ggracias a esto existe un aporte más para que el público conozca la ópera. Estos logran con el tiempo, vender sus discos, permitiéndoles seguir estudiando canto académico, si es que en realidad desean dedicarse a ser cantantes de ópera”.

¿De los cantantes líricos de la actualidad, cual considera pueda ser el relevo de los “Tres Tenores”?
“Definitivamente existen en la actualidad tenores extraordinarios, entre ellos el Venezolano Aquiles Machado, Juan Luis Flórez, Giuseppe Viganotti y otros cantantes jóvenes que siguen surgiendo. El público es el que da y quita, el público es el que decide, es el que nos lleva a ser estrellas o no”.


¿Hasta qué punto un cantante lírico consagrado, puede más allá de ser reconocido y mediático, ser político?
“La música y el arte definitivamente no deben ser parte de una plataforma política, después de todo la política pertenece al país de quien forma identidad. Al ser invitados a ese país, como artistas, debemos de tratar de llevarle al público lo mejor, de llegarle al alma, de llegarle al corazón. Debemos tratar de hacerles olvidar en esas horas, con nuestro espectáculo, su situación. Esto es muy positivo, creo que la música no se debe usar para la política, ojalá y se pudiera usar para alcanzar la paz. Al artista es el primero que se le llama en momentos difíciles, y estamos siempre dispuestos a ayudar”.


Finalmente, ¿Cómo evalúa su trabajo como director y que coincidencias tiene el mismo en su rol de cantante?
“Como cantantes, partimos del hecho de que formamos parte de un conjunto, como director necesitamos de la ayuda y de la colaboración de todo el mundo. El director de orquesta, cuando alza la mano en la anacrusa del primer compás, ya tiene en la cabeza algo y espera unos resultados. Piensas en un sonido, un color, una línea de canto... Ahí está el momento mágico, en la anticipación, algo que genera lo que el público va a escuchar”.
Inciso.- “La ópera es inmortal, vivirá mientras los seres humanos no cambiemos y tengamos sensibilidad”. 

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